RETALES DE IDA Y VUELTA

RETALES DE IDA Y VUELTA

El contenido de este blog, pretende ser eso, retales de ida y vuelta, trozos de vida y sentimientos...
Dedicado a todos y para todos.. pero siempre especialmente a ti.

viernes, 23 de octubre de 2015

GRACIAS TIEMPO!!!

Cuando el nuevo año da comienzo y todo el mundo se llena de buenas intenciones, se aferra a promesas y a buenos propósitos, yo solo soy capaz de dejarme llevar por el tiempo y si acaso, hacer un examen de conciencia de mi vida. 

Poca cosa..no sea que me duela la cabeza..

La gente se apunta al gimnasio, empieza dietas milagrosas, se anota en twiter, intenta dejar de fumar, decide viajar a ese lugar al otro lado del mundo con el que siempre soñaron, practica ese ingles olvidado e incluso se plantea cambiar el mundo.. Muy loable.

A mi solo me basta seguir así. 
Igual y al mismo tiempo diferente cada día.
Evolucionando-me y revolucionando-me a partes iguales.

Y es que me llevo bien con mi amigo Tiempo. 
Él simplemente pasa. 
Sin más. 
Siempre me ha ayudado a salir de algún atolladero.. y lo mejor, siempre me ha ayudado a olvidar.. o casi..sobre todo porque nunca me acuerdo de olvidarte..y él, a fin de cuentas casi me obliga a hacerlo..o lo intenta..

Cuando te rompen el corazón en pedazos incontables uno piensa que jamas será capaz de vivir sin sentir tamaño dolor, que cada mañana al levantarse seguirá sufriendo ese terrible tormento dentro del alma.

Pero ahí entra Tiempo, con su paciencia, su temple, su calma..




Un corazón roto jamas cura del todo. 


Mi amiga Alma, que no es Alma pero existe, no era capaz de visualizarlo. 
Así que cogí un papel.

Delante de ella lo rompí en pedazos incontables, como mi corazón.

 Le pregunte:
- ¿Que ves?-
- Un papel.- 
- Ya, ¿pero como?-
 - Roto.- 

Después fui pegando trozo a trozo con celo y volví a preguntar:


-¿ Y ahora que ves?.-
-Un papel remendado, pero sigue estando roto.-
- Exacto. Así está mi corazón.- 

Solo fue capaz de abrazarme. Sobraba todo lo demás.

Pero un corazón dañado igual que un papel ,se remienda..
Y el dolor deja de ser tan fuerte. 
Ya no sientes que te atraviesan las entrañas ni que te falta el aire...
O que te sobra..
Simplemente se hace soportable. 
Como un ardor de estomago después de una fiesta de cumpleaños. Una molestia. 
Acabas hasta llevándote bien una vez asumido o al menos conviviendo con ello. 

Gracias Tiempo.


La cosa, que enseguida me pierdo y empiezo a divagar, es que con parches y remiendos juego con el Tiempo. siempre a mi lado, siempre a mi favor...

Y nadie me entiende. 
Nadie entienda que quiera que el factor Tiempo, mi amigo, disminuya mis posibilidades de conocer y por tanto...de querer.

 A pesar de oír todo tipo de típicos tópicos estilo: "el amor no tiene edad, el amor todo lo puede, el amor es ciego, sin ti no soy nadie, el amor no tiene barreras, contigo pan y cebolla.." y así hasta 101..   No me convencen. 

Ya no. 

Solo me dan pereza aunque les doy casi siempre la razón como a los locos, porque mi mamá que es muy educada me enseñó a serlo a mi también.. y no se debe discutir.. así que digo..: -Sip, seguro que aparece alguien..- 

Y sigo pensando en el pedazo viaje que me voy hacer este verano yo que no tengo maleta.. 
Solo la de la ropa..

Y me hago ese estudio sobre oportunidad, probabilidad , capacidad y posibilidades.. Estas últimas escasas.

Y me digo a mi misma que el Tiempo tal vez también perdone errores, lea lo bonito entre renglones y me de otra oportunidad..

La oportunidad de elegir seguir así.. 

¿Como lo llaman ahora? ¿Neosolteros?..

Pero esa es otra historia.

miércoles, 19 de febrero de 2014

1975


1975...

A pesar de estar en toda cuanta red social existe, véase twiter, facebook, tuenti, google+, linked in, etc..no soy demasiado dada a mostrar escenas íntimas al público, por mucho que sea un público mínimo y elegido. 

No soy de exhibir fotografías de los cumpleaños de mis sobrinos,
 ni del  café mañanero con mi compi del curro, 
ni de noches de juerga. 
Nada de fotos.
 Ni retales de vida.
 Ni sentimientos.

Vaya por delante que tolero a quien lo hace, 
aunque yo ni las vea ni las comparta. 
Yo utilizo estas redes única y exclusivamente para la divulgación de mis artículos y por supuesto para lo que originalmente han sido creadas, para estar más cerca de mi gente lejana, de esa que la vida se ha llevado a kilómetros,
 de esa separada por océanos. 

Eso si, en privado.

Hace unos días y sólo como experimento a esta nueva realidad social que nos ocupa ( y digo nueva, porque papá, siento llevarte la contraria en este tema una vez más, pero los teléfonos y ya no te nombro a las comunidades virtuales , no son solamente  para dar un recado como antaño. Ahora son para contar minuto a minuto nuestra vida, nuestra existencia. ), puse en mi estado de whatssapp: 

" 1975 ". 

Sin más. 

1975. 

Yo apenas miro los estados de los demás, 
pero se ve que la gente si se fija en esas cosas. 
En menos de media hora me habían llegado los primeros mensajes al respecto:

-¿1975?¿ Tu año de nacimiento?-
- ¿Porque 1975? ¿La fecha de nacimiento de algún amor?-
-¿1975 visitas al blog?-
-¿1975? Que es???-
.......
.......
.......
.......

Y así ...

1975.

No es mi año de nacimiento, 
ni el año de nacimiento de ningún amor.

No es el número de visitas al blog, que afortunadamente son cada día más. Gracias.

Ni mi número de colegiada.

Ni la matrícula de mi coche.

Ni mi pin de la tarjeta bancaria.

No son tampoco las cuatro últimas cifras de mi DNI.
Ni las calorías que debo ingerir al día y que sobrepaso por goleada. 

1975...

Son días.
 Los días que llevo amándote. 
Ya está. Misterio resuelto. Y no era para tanto.

Pero anoche, aburrida intentando enfrascarme en la absurda historia de un libro imposible pensé en ti. 
Como lo hago hace 1975 días.

Y me puse a contar  días desde aquel en que nos vimos, no por primera vez, ni por segunda..pero si de otra manera. Desde aquel día que comenzó nuestra andadura emocional de ríos tranquilos las menos veces y de aguas bravas las que más.

Y los conté. 


Con mucho cuidado. 
Teniendo en cuenta los meses de 30 y 31 días. 
Contando los Febreros. 
Los años bisiestos.
Y si, son 1975 días. 
Eran esa noche.
Y no te escapas.
Ni te dejo escapar.

Y con la mirada perdida en las estrellas ficticias que alumbran mi habitación pensaba en cuantos miles de días más tendrán que pasar para olvidarme, ya no de ti, sino solo de pensarte.

Y cuando dejará de doler. Eso también me lo pregunto.
Algunos dicen que con suerte nunca.. 
Con mala suerte, será. 
Porque esto es una putada por muy viva que me haga sentir.

Y lo intenté. Pero nada. 
Si es que cuando se me mete algo en la mollera...
¿Podría convencerme?.No es mi estilo.
¿Engañarme? ¿Para qué?.

Así que he optado por el plan B. 
Vivir con ello. 
Como quien vive con " a pain in the ass", y perdón por la expresión soez y ordinaria donde las haya.
Y lo hago a escondidas. 

Porque no quiero preocupar a los que me rodean que son del simple razonamiento de que estar sola es lo mismo que estar amargada y por ende avinagrada, resentida, triste, afligida, atormentada, desamparada ( y no sé cuántos sinónimos más de la RAE.)

Porque no quiero entrar más en debates dialécticos de la pereza que me dan y lo afortunada que me siento a diario con mi situación.
Creo que en realidad y aunque no lo digan el alto...se muestran algo envidiosos ellos también.
Un poquito.

Porque cuando me presentan a posibles candidatos a compartir mi vida  yo siempre dejo que me acompañen hasta el portal. 
Es cuando suelen darte el número de teléfono y las bocas se llenan de promesas de te llamaré un día de estos.
Cuantos cafés perdidos. Y yo los miro con lástima. Pobres, si ser son majos..
Ellos solo quieren conocerme. La de la tara soy yo y poco puedo reprochar. 
Así que muy educada doy las buenas noches y cierro la puerta tras de mí. Sin ruido.

Pero que no, que no estoy yo para cosas. 
Antes me compro un perro.
Sin collar.

Ya tengo mi mente ocupada en contar y  no sea que pierda la cuenta. 

Y es que no me veo en otra numeración. 
Tal vez algún día deje de sumar para empezar a calcular días de otra etapa..Tal vez.

Pero  yo, mientras, sigo contando los días. 

viernes, 9 de agosto de 2013

D.E.P


Te Velo en una tumba ficticia. 

Una tumba compartida con nuestros miles de recuerdos.

Recuerdos de los que poco a poco he conseguido deshacerme, sin ánimo ni fuerzas, sin valentía ni coraje. 
Esta noche soy tu centinela aquí, en este parque donde comenzamos todo..a construir.. y a destruir..

Tantos momentos, tantas primeras veces..
Tantos siempres y para siempres.
Nuestro siempre se nos acabó enseguida, pero lo hubo y nos lo creímos..
En realidad el siempre se acabó nada más empezar..

Tal vez nos faltó coordinación. 
No fue el momento. 
No el apropiado, al menos.

Quizá entonces tú no querías a nadie en tu vida. 
Quizá entonces yo lo quería todo en la mía.

Tuvimos un tiempo y una misión en la vida. 
Cumplimos y pasó.
 Ya.

No es hora de reproches ni criticas. Ya no.
Ahora por fin  soy capaz de admitir lo que a fuego grabaste en mi corazón y mi alma y  que a fuerza de repetirlo tanto acabé por creer...: Que no te importaba..
Me lo he tatuado en mi piel,por si algún día lo olvido, en mi segundo lugar preferido..¿Lo recuerdas?.

Es el momento de la despedida. De decir adiós. 
Retrasar la tarea no ayuda a que desaparezca y hoy me encuentro con fuerzas. 

Hoy que tengo arresto.

Hoy que ya no me quedan lágrimas.
 Me guardé tanto las penas que acabó por formarse en mi alma un poso rancio. Y solo llorar lograba diluir esos residuos.

Hoy que ya no robas mi paz, ni mi tiempo..ni mis sueños..

Hoy que ya no te veo en todas partes aunque no estés en ninguna.

Hoy que existo por mi, no por ti ni para ti.

Hoy que te ocultas en algún rincón de mi cabeza..lo que por el momento me parece suficiente..

Hoy que después de dos mil días ya no sigo contándolos..

Hoy que ya no tengo miedo a casi nada.. 
Solo a volver a sentir todo lo que te quise. 
Miedo a volver a oír tu voz y seguirte..
Y sobre todo miedo a tus gritos y tus silencios.

Hoy que ya no estoy repartida por dentro y descanso siendo una sola.

Hoy, que me devolvieron al otro lado de la luz.

Hoy..que ya no me cabes..

Hoy..que ya no siento que la vida se me escapa..sin vivirla..

Solo siento que han quedado cosas pendientes...
Tal vez en otra vida me siente junto a ti y busque respuestas.


Este post va dedicado ..:

A Alma, que no es Alma pero existe. Jules a partir de ahora. Solo ella sabe porqué.
 Por estar ahí..siempre y sin condiciones. Por seguir queriéndome..con miserias..o sin ellas.

A S., porque sin apenas contarle lo sabe todo. Dice que mi mirada es demasiado transparente aunque solo ella la conozca. Alguien más que sigue mi camino.

A A. que hasta la duermo con mis aventuras y  desventuras. .Que aunque lejos la siento muy cerca.

A Cris C., artífice de mi viaje de iniciación aquella noche. Por estar en el momento y lugar adecuado. Y por aportar solo optimismo y buenas vibraciones.

Al otro protagonista indiscutible de esa noche hace ya más de un año. Gracias por aquella y por las muchas noches que vinieron después. No puedo ofrecer más pero contigo tengo justo lo que hoy necesito. Ahora ya sabes que es lo que ocupa mi corazón..

Y a ti, por haberme llevado hasta la cumbre más alta aunque después me ahogaras en el más hondo de los infiernos. Por los tiovivos y las montañas rusas. Por todas nuestras primeras veces y por las demás. Porque a pesar de todo me enseñaste..
Como diría tu madre y perdona que la nombre, "no hay nada que no tenga solución salvo la muerte". 
No le has hecho caso. No lo has intentado. D.E.P.

Y por supuesto, "a los que nunca se equivocan, para que se queden en su infierno".( esta cita no es mía, pero jamás habría sabido expresarlo tan bien).


lunes, 28 de enero de 2013

FELICIDAD versus AMOR




Domingo.


  Mediodía. 
  Para que se pongan en situación.
  Trece en la mesa. 
  Padres, hermanos, cuñados, sobrinos y demás familia.


En una de esas  típicas comidas aburridas familiares semanales  en las que entre bocado y bocado todos nos ponemos al día de nuestra vida, esta vez cara a cara, sin redes sociales, mi hermana preocupada me pregunta que cuando voy a espabilar. 

Aclaro que para mi hermana espabilar es sinónimo de rehacer mi vida.
 Y para ella rehacer mi vida significa tener un novio o algo que se le parezca.  
Y yo con la mirada torcida pongo los ojos en blanco mientras pienso sino tendrá más en que pensar.
 La pobre tan espontánea como siempre. Tan ingenua y elemental.

Y les expongo mi teoría de la felicidad y el amor, tan manida de tanto insistir.

 Y es que dale con la manía que tiene todo Cristo a reducir y unir felicidad y amor, amor carnal, amor de pareja vaya. 

Y que no. No estoy de acuerdo. 

Tengo mil razones por las que ser feliz..sin nadie a mi lado. 
Y es que no necesito a nadie.

- Las albóndigas están riquísimas.-

- No me cambies de tema.-

  Y dale. Y nadie sale en mi auxilio. Ven que mi barco se hunde y siguen comiendo arroz a puñados como si tal cosa. Que majos. Si es que cuando el dicho dice que a la familia no se la elige...será por algo.

- Que no. No me vayas por ahí. No necesito a nadie. Una prisión menos a la que someterme.-

- Es porque no lo has olvidado.-

-Joer, por lo que sea. No he cerrado heridas. No he pasado pagina. Ni yo en toda mi extensión ni mi corazón hecho pedazos esta preparado para dejar entrar a nadie. ¿Es eso lo que quieres oír? Me pasas el agua, por favor-
  
Se lo digo a mi padre, que lo tengo más cerca, a ver si me echa una mano. Pero él me mira y mira a mi hermana. Y vuelve a mirarme esperando una respuesta. Se creerá que está viendo a Nadal. Se le va a dislocar el cuello de tanto girar la cabeza.

- Entonces, si tu corazón ya no sangrara..sí necesitarías a alguien.-

  Y sigue.

- Que no. Tampoco.-

Y lo intento. Pero no hay manera.

Y dejo que me mire con esa carita de pena que pone cuando hace que siente lástima por mi.  
Y me analiza por si todavía tengo los ojos empañados. 
Y me imagina vieja, llena de arrugas sin nadie con quien compartir.

 Y se me atragantan las albóndigas. 

Porque no soy capaz de hacerle entender a su mente simple que tengo mucha gente con la que compartir. 
Bueno, tal vez no mucha, pero si la suficiente. 
Me llega con que me quieran en sus vidas. 
Con que se preocupen por mi, vía teléfono, facebook o whatsapp. 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿EN TU CAMA O EN LA MÍA?

Claudia estaba en un momento delicado. 

Sus últimos meses se los había pasado entre tubos, pruebas médicas y hospitales. Cansada y con dolor no veía el momento de disfrutar de su treintena . 
Así que cuando el doctor, al que durante su último año había visitado más que a su madre, le dió el alta médica, decidió celebrarlo por todo lo alto. 

Amigos, buena cena, muchas risas y alcohol..Diversión asegurada.

 Le hacía falta.

Pablo estaba en un momento delicado. 

Hastiado y aburrido de su vida. De su mujer y de sus hijos. De su trabajo y de sus sábados en familia. 

- Un sábado mas viendo un partido de fútbol infantil y haciendo la compra de la semana en un centro comercial y me suicido- siempre decía lo mismo. 

Pero Pablo como buen perdedor es de los que no arriesgan..
Y ya dice el dicho que quien no arriesga no gana.

 Así que decidió, sólo como media solución salir con sus amigos.

 Una buena cena, muchas risas y alcohol.

 Le hacía falta.

Claudia y Pablo aquella noche coincidieron en esa misma cena, con amigos comunes, muchas risas y demasiado alcohol.

 Y los dos desde el principio se mostraron, ella a él. Él a ella. 

Y se rieron. Y bebieron. 
Y claudia no quería nada más que un poco de calor, de compañía, de esos momentos gratos  que  su enfermedad y su último mal año no le habían permitido.

Y Pablo no quería nada más que un poco de calor, de compañía, de esos momentos gratos que desaparecen con el tiempo y un hogar. 
Quería volver a hacer reír y a hacer sentir. 
Pero sobre todo, quería volver a reír y a sentir.

Y rieron, y bebieron y sintieron.

Y para Claudia esa noche fue espectacular. 
Para Pablo inolvidable. 

Y se hizo la luz. 
Y con ella los miedos, las preguntas al aire y sin respuesta, los adióses. 
Y se fueron. 
Un beso. El último. Suave y en los labios. 
Y ella giró a la derecha. Él a la izquierda. 
Y él se quedo mirándola hasta verla desaparecer. 
Ella nunca giró la cabeza. 

Claudia estaba exhausta pero feliz. Su gran noche había valido la pena. 

-Bonita manera de empezar una nueva vida-pensó.

Y Pablo se fue exhausto y triste. Su gran noche había valido la pena, pero le supo a poco. Quería esconderse y escapar de su realidad ahora más que nunca. 

-Me gusta Claudia-pensó.

El destino quiso que volvieran a verse. No una ni dos, sino mil veces. 

Y Claudia estaba feliz porque no necesitaba más. No hacía preguntas de las que no quería saber su respuesta. Y no fue capaz de resistirse a halagos.
Tenía lo que quería. 
Su vida, sus riendas y alguien que le alegraba el día con whatsapp y llamadas prohibidas a horas intempestivas. 
Y tenía momentos de placer. En los que se buscaban y se encontraban.
 En los que cuando se encontraban no deseaban nada más que fundirse, que desaparecer, que el tiempo se parara a sus pies. 
Y luego vuelta a su rutina, a sus amigos, a su trabajo. Estaba plena. Así lo sentía.

Y Pablo estaba feliz, volvía a sentirse joven y atractivo.

 No sabía si tenía lo que quería, pero quería lo que tenía. 
Y le llegaba. 
O no. 
Pero no se planteaba nada más. 
Su vida era complicada, pero Claudia le ofrecía esos momentos de ausencia y olvido. 
Estaba cuando quería, cuando podía.
 Como buen adultero, él ponía las normas. 
El control siempre es del que no puede quedar. Del que gobierna la agenda. 
Ella callaba y acataba. 

Pero esta historia, la más antigua de toda la humanidad tenía fecha de caducidad. 
En ocasiones muy pronto, en otras menos pronto. Y en las menos cuando te dabas cuenta habían pasado años embarcada en una aventura sin pies ni cabeza. 

Claudia se lo pasaba bien con él, pero reconocía que algo que no llevaba a ninguna parte era mejor dejarlo correr. 
Siempre fue fiel a la máxima de que una buena razón para marcharse es que no haya una buena razón para quedarse. 
Era practica y no quería complicarse. 
Creía firmemente en que todas las personas que entran en tu vida lo hacen por una razón. Y Pablo ya le había dado su motivo. 
No echaba de menos nada con Pablo porque desde el principio fue lo que fue, pero se cansó de un tren sin parada. 
Se cansó de que simplemente fueran eso, polvos. Y ratos de acurrucarse extasiados, hasta su límite. 
Se cansó de que fuera simplemente follar. O bueno, eso si le gustaba pero sin amor, sin promesas, sin mentiras. 
Cuando empezaban a prometer empezaban a cagarla. 
Y Claudia no quería eso. 
Y aun después de querer liberarse volvió a caer, una vez, dos y mil. 

Pablo se sentía bien. 
Los ratos que pasaban era a su manera feliz. 
Pero no daba más que lo poco que se da en estos casos. 
Pero prometía. 
Y la cagaba.
Pablo se había acomodado y dejo de pensar si Claudia quería más o menos. 
Si esos momentos de pasión no se habían vuelto rutina. 
Pablo era hombre.Plano, simplemente. 
El hacía y deshacía. Para él era fácil. Tenía lo que no tenía.

Y como todas estas historias (y ésta no iba a ser diferente ), Claudia y Pablo empezaron a diluirse. 
Sin reproches. 
Sin críticas. 
Sin más.
 Y de verse dos veces en semana empezaron a quedar solo una. Luego cada quince días. 
Cuando al final se dieron cuenta quedaban solo unas decenas de whatsapp con poco contenido. Torpes y abstinentes.

 Y ninguno de los dos supo si el saldo fue positivo. 

A Claudia le quedaron un manojo de orgasmos.Pero muchas palabras vacías y muchas ausencias.

A Pablo perder sin haber arriesgado lo que mas quería. A su manera.