RETALES DE IDA Y VUELTA

RETALES DE IDA Y VUELTA

El contenido de este blog, pretende ser eso, retales de ida y vuelta, trozos de vida y sentimientos...
Dedicado a todos y para todos.. pero siempre especialmente a ti.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿EN TU CAMA O EN LA MÍA?

Claudia estaba en un momento delicado. 

Sus últimos meses se los había pasado entre tubos, pruebas médicas y hospitales. Cansada y con dolor no veía el momento de disfrutar de su treintena . 
Así que cuando el doctor, al que durante su último año había visitado más que a su madre, le dió el alta médica, decidió celebrarlo por todo lo alto. 

Amigos, buena cena, muchas risas y alcohol..Diversión asegurada.

 Le hacía falta.

Pablo estaba en un momento delicado. 

Hastiado y aburrido de su vida. De su mujer y de sus hijos. De su trabajo y de sus sábados en familia. 

- Un sábado mas viendo un partido de fútbol infantil y haciendo la compra de la semana en un centro comercial y me suicido- siempre decía lo mismo. 

Pero Pablo como buen perdedor es de los que no arriesgan..
Y ya dice el dicho que quien no arriesga no gana.

 Así que decidió, sólo como media solución salir con sus amigos.

 Una buena cena, muchas risas y alcohol.

 Le hacía falta.

Claudia y Pablo aquella noche coincidieron en esa misma cena, con amigos comunes, muchas risas y demasiado alcohol.

 Y los dos desde el principio se mostraron, ella a él. Él a ella. 

Y se rieron. Y bebieron. 
Y claudia no quería nada más que un poco de calor, de compañía, de esos momentos gratos  que  su enfermedad y su último mal año no le habían permitido.

Y Pablo no quería nada más que un poco de calor, de compañía, de esos momentos gratos que desaparecen con el tiempo y un hogar. 
Quería volver a hacer reír y a hacer sentir. 
Pero sobre todo, quería volver a reír y a sentir.

Y rieron, y bebieron y sintieron.

Y para Claudia esa noche fue espectacular. 
Para Pablo inolvidable. 

Y se hizo la luz. 
Y con ella los miedos, las preguntas al aire y sin respuesta, los adióses. 
Y se fueron. 
Un beso. El último. Suave y en los labios. 
Y ella giró a la derecha. Él a la izquierda. 
Y él se quedo mirándola hasta verla desaparecer. 
Ella nunca giró la cabeza. 

Claudia estaba exhausta pero feliz. Su gran noche había valido la pena. 

-Bonita manera de empezar una nueva vida-pensó.

Y Pablo se fue exhausto y triste. Su gran noche había valido la pena, pero le supo a poco. Quería esconderse y escapar de su realidad ahora más que nunca. 

-Me gusta Claudia-pensó.

El destino quiso que volvieran a verse. No una ni dos, sino mil veces. 

Y Claudia estaba feliz porque no necesitaba más. No hacía preguntas de las que no quería saber su respuesta. Y no fue capaz de resistirse a halagos.
Tenía lo que quería. 
Su vida, sus riendas y alguien que le alegraba el día con whatsapp y llamadas prohibidas a horas intempestivas. 
Y tenía momentos de placer. En los que se buscaban y se encontraban.
 En los que cuando se encontraban no deseaban nada más que fundirse, que desaparecer, que el tiempo se parara a sus pies. 
Y luego vuelta a su rutina, a sus amigos, a su trabajo. Estaba plena. Así lo sentía.

Y Pablo estaba feliz, volvía a sentirse joven y atractivo.

 No sabía si tenía lo que quería, pero quería lo que tenía. 
Y le llegaba. 
O no. 
Pero no se planteaba nada más. 
Su vida era complicada, pero Claudia le ofrecía esos momentos de ausencia y olvido. 
Estaba cuando quería, cuando podía.
 Como buen adultero, él ponía las normas. 
El control siempre es del que no puede quedar. Del que gobierna la agenda. 
Ella callaba y acataba. 

Pero esta historia, la más antigua de toda la humanidad tenía fecha de caducidad. 
En ocasiones muy pronto, en otras menos pronto. Y en las menos cuando te dabas cuenta habían pasado años embarcada en una aventura sin pies ni cabeza. 

Claudia se lo pasaba bien con él, pero reconocía que algo que no llevaba a ninguna parte era mejor dejarlo correr. 
Siempre fue fiel a la máxima de que una buena razón para marcharse es que no haya una buena razón para quedarse. 
Era practica y no quería complicarse. 
Creía firmemente en que todas las personas que entran en tu vida lo hacen por una razón. Y Pablo ya le había dado su motivo. 
No echaba de menos nada con Pablo porque desde el principio fue lo que fue, pero se cansó de un tren sin parada. 
Se cansó de que simplemente fueran eso, polvos. Y ratos de acurrucarse extasiados, hasta su límite. 
Se cansó de que fuera simplemente follar. O bueno, eso si le gustaba pero sin amor, sin promesas, sin mentiras. 
Cuando empezaban a prometer empezaban a cagarla. 
Y Claudia no quería eso. 
Y aun después de querer liberarse volvió a caer, una vez, dos y mil. 

Pablo se sentía bien. 
Los ratos que pasaban era a su manera feliz. 
Pero no daba más que lo poco que se da en estos casos. 
Pero prometía. 
Y la cagaba.
Pablo se había acomodado y dejo de pensar si Claudia quería más o menos. 
Si esos momentos de pasión no se habían vuelto rutina. 
Pablo era hombre.Plano, simplemente. 
El hacía y deshacía. Para él era fácil. Tenía lo que no tenía.

Y como todas estas historias (y ésta no iba a ser diferente ), Claudia y Pablo empezaron a diluirse. 
Sin reproches. 
Sin críticas. 
Sin más.
 Y de verse dos veces en semana empezaron a quedar solo una. Luego cada quince días. 
Cuando al final se dieron cuenta quedaban solo unas decenas de whatsapp con poco contenido. Torpes y abstinentes.

 Y ninguno de los dos supo si el saldo fue positivo. 

A Claudia le quedaron un manojo de orgasmos.Pero muchas palabras vacías y muchas ausencias.

A Pablo perder sin haber arriesgado lo que mas quería. A su manera.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

INVISIBLE

El me sigue y no quiero que lo haga.

Me sigue aquí y allá.

Me sigue porque quiere conocerme más. Saber de mi. 

Y yo no quiero que me conozca, que sepa más de mi. 

Quiero permanecer escondida. Ser ajena, anónima. 



No existir..No al menos para Él.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA PUERTA ABIERTA...

Alma (en adelante A): - Ayer publicó unas fotos con su mujer en el face. Un paisaje muy bucólico...   ¡ que asco !.-

Sofía (en adelante S): - Eso te pasa por fisgonear.-

A: - ¡ Que no ! Que yo solo quería verlo en foto.-

S: - (.............).-

A: - No lo entiendo. Explicamelo.  ¿Porqué, entonces?

S: - No lo sé Alma..Y menos a estas horas. ¿Que quieres que te diga? ¿Porque los tíos son adúlteros? Búscalo en la wikipedia.-

A: - Siempre pensé que si los tíos buscaban por fuera era porque algo fallaba dentro.-

S: - Un poco simple, ¿ no?.-

A: - No te pongas sarcástica.-

S: - Ni tú caústica.-

A:-  Me acuesto con un casado que cada día me dice cuanto le gusto, que busca minutos y mentiras para arrancarnos la piel, que se esconde en mi... ¿Y luego publica unas fotos de su puta existencia maravillosa??? Pues sigo sin entenderlo.-

S: - Ni lo entenderás. Te acuestas con un casado con el que un día sin quererlo tuviste química pero no la suficiente fuerza de voluntad para decir que no. Te acuestas con un casado porque estás sola, porque te gusta que te coman la oreja, porque no te da problemas ni agobios, porque no te pide nada que sabes que no podrás darle y porque te gusta y punto. Y joder, que son las siete..-

A: - Coño, hazte un café y espabila, pero escucha.-

S: - Si ya te escucho. Si es que esta historia ya me la se. No le des vueltas. Pura demagogia. ¿Tú que quieres? ¿qué esperas? ¿Qué pensabas que era esto?

A: - Yo no quiero nada, Sofi. Nada y lo sabes. Cero ataduras, cero complicaciones y de vez en cuando darle a este cuerpo treintañero y con ganas de fiesta una alegría..-

S: - Pues eso ya lo tienes. Deja de rallarte. Y de mirar el Face.-

A: - Solo quiero entender porqué ..Porqué si supuestamente adora a su mujer viene a mi cama.-

S: - Pues porque adora a su mujer pero te adora a ti también.-

A:- (........).-

S:- Dime que no quieres empezar con teorías del adulterio desde tiempos inmemoriales. Que fue mi asignatura de antropología y se me atragantó.-

A: - Solo quiero entender, Sofía. Solo eso. ¿ Pido tanto?.-

Y dale.

S: - Demasiado. -

Y es que Alma no entiende. 
No entiende lo que todas nos negamos a entender y es que practicamente y salvo raras excepciones todos los tíos son iguales. Solo cambian en su forma de vestir, su coche, el grosor de su cartera o su equipo de fútbol favorito.

Pero todos son igual de primitivos.. E igual de elementales. 

E igual de infieles.

Y no quiero entrar en detalles del porqué. 
De las miles de razones  desde insatisfacción, aburrimiento, narcisismo, habilidad de conquista o necesidad de cariño.. por las que son adúlteros. 

Pero le explico mi teoría al tercer café:  La fidelidad es un concepto moderno.. puramente educacional.. y extremo. Prefiero basarme en conceptos morales tipo lealtad, respeto, sinceridad o franqueza. Conceptos que se han perdido pero no le importa a nadie. Y sin embargo mirar a otras personas, mandarle mil whatsapp o tomar cinco cafés está de moda. Será aquí. Porque allí por menos de eso, todavía lapidan.

En esta sociedad " abierta" nos han educado para ser fieles, para ser solo dos.

 Y le pongo deberes.

- Imagina una cueva. Mete dentro a tres niños y tres niñas. Sin conciencia, sin educación. ¿ Qué crees que pasaría? ¿ Que uno se enamoraría de una y le sería fiel? Reflexiónalo y luego me lo cuentas..

Y déjate de rollos románticos y chorradas. No te pegan. Sigue acostándote con él y sino búscate un soltero. Que te jure amor eterno y te haga jurarle fidelidad.-


"Si, estando casado, miras a una mujer por primera vez e imaginas un deseo sexual, estás usando el sentido de la vista. Si la miras una segunda vez, estás permitiendo ser tentado. Si la miras una tercera vez, has abierto tu corazón al pecado. Más allá de esta tercera vez, es definitivamente pecado."



Pues vale.


lunes, 29 de octubre de 2012

QUE TE DEN

Hace unos años salí con un gilipollas. 
Y digo gilipollas por decir algo, por ser suave. 
Me prometió el oro y el moro. 
Si yo era esto, si yo era lo otro, si yo era lo de más allá.. Tanto era que al final de tanto ser y no ser se atragantó y deje de serlo. Todo. 
Y me dejó con un palmo de narices, con el orgullo lastimado y más huellas en el corazón que en una playa en pleno verano.

Pero yo le creí. ¿Porqué no? 
Y se lo di todo. Y más. Le di hasta lo que no tenía. Porque estaba muy enamorada.

Pero comparando, metafóricamente hablando, esta relación con un menú barato de barrio de dos platos, postre y café, yo era, con suerte el azúcar..El que sobra cuando no quieres endulzar de todo el café..

Y después de un tiempo largo , de idas y venidas, de altos y bajos, de montañas rusas con subidas al cielo y bajadas al peor de los infiernos, se acabó.

Se acabaron los gritos y los silencios, las mentiras y los reproches, la desconfianza..el amor.

Porque llegó el día en que solo era eso: mentiras, engaños, reproches, violencia, celos y control.

Y después de eso el error de pensar que podíamos ser amigos. Hablar sin más. Y yo volví a creerlo.
Pero solo hablábamos para controlarnos, para saber el uno del otro, para estar y no estar. 
Y nos llamábamos de vez en cuando. Y nos contábamos, solo de paso. Lo que nos convenía. Lo que no nos hacía daño. Más mentiras. Omisiones. 

Y siempre acabábamos en la cama. Follando.

Porque había física y química. Falto historia.

Y los dos sin decirlo, queríamos saber el uno del otro. No logramos desprendernos del todo. Seguimos aferrándonos a un pasado sin sentido, que no nos dejaba vivir un presente ni  avanzaba a un futuro. Queríamos hurgar en vidas que ya no nos pertenecían, pero sí nos habían pertenecido. Queríamos ganar.

Y cada uno hacia su vida. 
Pero sin hacerla. 
Porque cuando uno hacía, el otro  deshacía.
Y si había algún pájaro revoloteando cerca, él aparecía otra vez, con más fuerza, jurando, como sólo juran los mentirosos. 

Y yo le creía. Una vez más. Y el pájaro regresaba a su nido. Y él volvía a desaparecer. 
Y ya solo llamadas. 
 Y más mentiras. 
Y más sexo. 
Y mucho más sexo. 
Y mucho mejor.

Y era lamentable. Pero era lo que había. Lo que queríamos que hubiera sin quererlo.

Una mañana, cualquiera, como muchas otras mañanas me llamó desde su trabajo. 

En un arranque de sinceridad me cuenta, sin aspavientos, que ha conocido a alguien, que sabe lo nuestro.  (Qué poco me gusta que se hable de mi sin mi). Que sabe que solo con verme tiembla . (Este tío iba para escritor y se quedó en funcionario). Que quiere empezar con ella con transparencia, desde cero, que le hace reír, que aún con todo le aprecia y está dispuesta a estar con él. Que quiere ser sincero pero claro, conmigo por el medio...es difícil. 

Y me lo dice así, en frío. 
Vamos, en una palabra y para resumir. Que a la pájara en cuestión ( y perdona bonita, que contigo esto no va, que eres una pringada más..pero de eso ya te darás cuenta tu solita, maja ) le va a ser fiel. Que se va a comportar. 
Que todo lo que no hizo conmigo lo va a hacer con ella. Ja.

Yo al otro lado de la línea poco tengo que decir así que callo.
Y escucho.
sigo escuchando sus tonterías, mientras abro el agua de la ducha.

 Y le digo, pues me parece bien. Venga ya hablaremos entonces.

Y me doy una ducha. Y me encremo. Bien encremadita. Bien suave. 
Y me perfumo. Bien perfumadita. Con su perfume preferido que ahora me provoca arcadas. 
Y me pongo esas medias de blonda que lo vuelven loco. 
Y mi mini vestido negro.
 Y mis tacones de 8 cms. 
Y me maquillo. 
Y son las once de la mañana y parece que voy a un cóctel, pero me da igual.
 Dos manzanas y llego. 
Y lo llamo.
 Y me coge. 
Y le digo que baje que estoy en el descansillo del segundo al tercer piso de su trabajo. No recuerdo con que excusa.
 Y dice vale. 
Y baja. 
Y me ve.
 Y se pierde. 
Y me besa. 
Y me toca. 
Y me huele. 
Y vuelve a besarme. 
Y vuelve a tocarme.
Y porque estamos en su trabajo...

Y me recoloco el vestido. 
Y le doy una palmadita en el hombro en plan campeón. 

Y solo digo: Ahora majete, cuéntale a la otra que le vas a ser fiel, que empezais bien la historia.

Y me dí la vuelta. 
Y me fui. Sin más.
Y me sentí  ganadora. Y es que gané.

( Supongo que lo que gané fue la medalla de oro por gilipollas, y es que mi conducta no tiene nombre y no fue para menos. Pero me sentí mejor, con mi orgullo un poquito menos lastimado..Y con ese punto entre sobrado, creído y valentón que da el saber que aún eres capaz de manejar a alguien con solo una mirada. Y que quieren que les diga, pero si sirvió para que yo me quedara más feliz que una perdiz, pues ya ha valido la pena. Y yo ahora a mis otros nidos, que aquí pocos huevos ya.)

lunes, 22 de octubre de 2012

LA SALIDA DE MARIO

 De lo mejorcito que he oído últimamente.

 Por eso lo saco a colación.
El sábado con motivo del cumpleaños de un buen amigo nos juntamos a comer unos cuantos. Risas, jarana y buen rollo. La confianza entre todos lo aseguraba.
 No me equivoqué.

Toni, este amigo en cuestión, el ojo meneado, es cocinero. Cocinero de vocación aunque no ejerza. 
Y siempre se lo curra. 
Y siempre se supera. 
Y cuando creías que ya lo habías probado todo, resulta que no, que vuelve a sorprender.

El tema es que a lo largo de mi vida he asistido a muchísimos eventos de este estilo, véase, cenas, comidas y demás.

Y siempre he oído mil y una formas de elogiar los platos ofrecidos.
 De alabar al cocinero. 
Por cortesía, por educación, en forma de cumplido o  para adular simplemente. 

- ¡ Que bueno esta todo! -
- ¡ guau, te has superado! .-
- ¡ Ésto está riquísimo! .-
Que sabroso, delicioso, exquisito, suculento, gustoso y otras variantes para decir lo mismo.  Para agradecer.

Esta vez fue distinto. 
Nos sentamos a la mesa, charlando animadamente. Todos queríamos acaparar la conversación. No había terminado uno su aventura y ya estaba otro empezando su anécdota. 
Hablar sin parar. 
Y mientras,  despacio y en silencio nos fueron sirviendo los platos.
La conversación decayó por completo. Ya nadie hablaba. Solo saboreábamos. Buena señal.

Fue Mario el primero en pronunciarse. Repito,  lo mejorcito en mucho tiempo. 
lo dijo:

- Joder, me siento fatal. Siento que engaño a mi madre, que sin duda es, ejem.., era la mejor cocinera del mundo. Me siento como  si le estuviera poniendo los cuernos. Perdón Mamá. Te quiero.-

 Lo dijo todo. 

Y es que como estaban esos calamares con cebolla caramelizada.. Y todo lo demás.

jueves, 18 de octubre de 2012

DESAMOR


Morirme y no sentir.

No sentir que te pierdo, una vez más.
No sentir que he cometido no uno sino mil errores.
Y te pido perdón pero no sirve de nada.
 Porque tú tal vez sabes querer, pero no sabes perdonar. 

Morirme y dejar de sentir.

De sentir el deseo y las ganas de ti.
De sentir que tal vez jamás vuelva a escuchar tu voz.
De sentir que  tus manos no volverán a tocarme.
De sentir que te quiero, sin quererte.

O que te quiero, a mi manera. La equivocada. La ganadora. La obsesiva.

O que no te quiero, porque tal vez te odio.

Te odio por hacer que te quiera infinito.

Tal vez no sepa quererte. Tal vez no quiera quererte.

Morirme..para no volver a pensarte.

Para no quererte.
Para no odiarte.

Morir sin morir. Vivir sin vivir. 

Vivir redimiendo tu dolor que hoy es el mío.
Vivir relamiendo mis heridas. Que tú me causaste al causártelas yo a ti.

Vivir así, no es más que morir.




martes, 16 de octubre de 2012

CHAPA Y PINTURA

Sonó el teléfono.

 Jolín, que inoportuno. Pero aún así cogí.

- Hola mona, ¿qué haces? -Era la voz de Lola al otro lado de la línea.
-Yo también te quiero. Darme un baño. -contesté sin ganas. 
-¿Un baño, baño? ¿Baño de esos de espuma y calma?  ¿En la bañera? ¿ Llena?
-Sí, Lola, cariño. Un baño. No se que parte de B-A-Ñ-O no has entendido, hija.
-Joder, nena, como estás.Un pelín borde ¿no?. Anda relájate y llámame cuando acabes. Tengo chismes -.

Y colgó. Sin esperar una despedida.

Y sí, estaba dándome un baño, de esos que hacen gloria. 

Baño , baño. Pero no con espuma. Con sales y agua bien caliente. Demasiado. Creo que mi tensión se había disparado  pero a la inversa y estaba por los suelos.

 Lola debió pensar que estaba borde y lo único que me pasaba es que estaba desganada y aburrida de sudar en la bañera veinte minutos para que mis poros se abrieran. 

Viernes noche. Sola. Sin plan. Ya había visto una peli, comido palomitas, bebido demasiados cafés y leído.
 Luego había hecho de maruja  un rato (sin faltar y con mucho respeto). Que si lavadora, plancha y aspirador. 
Por hoy nada más. Cero ganas de hacer la casa.   

Estaba aburrida así que decidí lo del baño. Tratamiento mujer por un rato. Cogí mi ipod con sus altavoces, mi libro, mis cigarros y abrí el grifo. 
40 grados. Perfecto.
 Esperé a que se llenara la bañera y le eche  las sales. 
Todo listo.
 Metí un pie.

    -¡¡Me cago en todo!! Esto esta hirviendo. Venga nena, tu puedes-. Pensé.

Y con la boca apretada fui metiendo todo el cuerpo. Que dolor al llegar al culo. 
Joer,  menuda manera de relajarme había elegido. 

Y es que nos meten ideas en la cabeza. 

Que si a los cuarenta nos van a caer las carnes, que si el cuerpo no recupera como a los veinte, que si las patas de gallo, que si la piel menos tersa y memeces del estilo. 

Y no digo que no tengan razón, pero la auto estima de una que no es de piedra se empequeñece con cosas así.

Y la publicidad no ayuda, ni las revistas. Las de moda exhiben como mujeres perfectas  a esculturales cuerpos de 90-60-90.
 Pero que quieren que les diga, donde esté un cuerpo con sus curvas, su masa y redondeces varias que se saquen los demás. 
Y no es porque el mío sea entradito en kilos, ¡eh!.

Las de autoayuda empiezan con el rollo psicológico de si al cumplir los treinta y tantos hay que aprender a aceptarse para no caer en depresiones y rollos así.


Pues yo no estoy de acuerdo.

 Creo que la edad imprime carácter, da una confianza que no tienes con veinte y aunque no tengas un cuerpo 10, los complejos se olvidan y te dedicas más a ti y a disfrutar. 
Sin ir mas lejos,  pónganse en escena. 

Chico chica, chico chico, chica chica...eso da igual. Una relación sexual vaya.
 A los veinte estás tan pendiente de que no se te noten las chichas, que si las tetas no son tan grandes como las de tu mejor amiga y ya no le vas a gustar, que si tal y que si cual..
Total , que preocupada por todas esas cosas te olvidas de disfrutar.. Y el orgasmo ni de lejos.

A los treinta y tantos todo eso te la pela. 
Si estás en la cama, sofá, coche...el sitio también da igual, con otra persona es porque a los dos os interesa eso en ese momento. No piensas en la flacidez de tu culo ni en las pistoleras o en si tus tetas están o no más o menos caídas por culpa de haber amamantado a dos mochuelos. 
Y el disfrute es máximo. El placer alcanzado ni te cuento. 

Moraleja: Estamos en la edad perfecta. 

Jóvenes y maduras a la vez, que no pasadas. 
Con igual energía y más experiencia. Y eso sólo lo dan los años, los que no queremos cumplir. Bueno, los que la mayoría de las mujeres que conozco pasados los treinta se empeñan en cumplir al revés, porque yo personalmente adoro cumplir. Creo en las etapas y en la evolución. Y lo mejor, está por llegar.

Y las canas son sexys, las líneas de expresión  parte de nuestra fisonomía, las redondeces símbolo de fertilidad y femineidad ..Y al fín expresamos nuestra verdadera personalidad, aquella reprimida durante la  juventud.

Pero ahí estaba yo dandáme un baño con sales. Sales relajantes que no milagrosas. Y una mascarilla facial anti edad y anti estrés 30% aloe vera 70% rosa mosqueta, vamos la bomba.  Ya lo pone el prospecto: Devuelven a las pieles apagadas y cansadas un aspecto renovado.
 Y el exfoliante para cuerpo, para eliminar puntos grasos e imperfecciones. Aplicar con un suave masaje a base de movimientos circulares para estimular el sistema circulatorio. Debe ser que si lo aplicas a lo largo no funciona. Ya.
Y el jabón de pepino y papaya para todo tipo de pieles, con efecto tensor.
Y la crema anticelulítica. Con extracto de vid  y caviar. Menudo engaño.

Y es que nos venden hasta arena en el desierto. Y nosotras nos lo creemos. Por el miedo al dichoso paso del tiempo, por querer luchar contra una vejez que irremediablemente llegará con todas sus cosas buenas, por vender nuestra alma al diablo por el elixir de juventud.
 Queremos vivir 400 años y no sabemos ni vivir 80.

Menuda mierda. Yo paso. Me bajo aquí. 

Salí del baño. Me sequé con la toalla más áspera que encontré en el armario, el mejor exfoliante y me encremé con la nivea de toda la vida. Engrasa un montón pero al final acaba absorbiéndose y hace lo mismo que las demás, pero a mitad de precio. 

Y me puse mi pijama. 

Y llamé a Lola. Más relajada no, más realista.

Y vaya si tenía chismes. 

Estuvimos hablando cerca de dos horas. Divertidísimo. Aunque con un vino y un queso hubiéramos estado mucho mejor.

 Otra vez será.

lunes, 15 de octubre de 2012

DE SHOPPING

Alma y yo hemos dejado de envidiar al las celebrities.

Véase Kate Moss, Victoria Beckham , las hermanas Olsen o Eva Longoria. 

Y es que el sábado nos hemos ido de compras todo el día. 

Bueno, ahora lo correcto sería decir hemos pasado una tarde de shopping, tiene mas glamour. 

No vamos a premieres, fiestas e inauguraciones, ni pretendemos salir en la revista Vogue ni en Marie Claire  pero nos gusta estar guapas para nuestras cenas en casa, en la puerta del colegio o comprando el pan.

Y no hemos comprado camisetas grandes para que no nos marquen las verdades y las vergüenzas de los treinta y tantos. 
No. 
Hemos comprado prendas oversize, que es lo mismo pero suena mejor.

Y es que Alma y yo, que quieren que les diga, somos más sencillotas, más brutas, vaya. 

Y nosotras no compramos vintage. 
Compramos chaquetas que las llevaban nuestras madres cuando tenían veinte.
 Y no usamos tweed
Para nosotras es  lana, la de toda la vida. 
Ya no hay vaqueros, ahora son denim
Ni zapato abierto. Ahora los llaman mules

Pues vale. 

Y es que no somos unas fashion victim.

 Vamos a la moda pero a la nuestra. 
Nos sacamos partido con nuestro estilo particular, que básicamente consiste en no tener estilo definido.  No marcamos tendencia pero a nosotras nos mola.

 Me pruebo una cosa- me queda mona -  a pasar por caja

Fácil.

Y es que las cosas se han complicado. 

Antes decías - me he comprado unos zapatos de tacón- sin más. Ahora hay tacón Luis XV, tacón embudo, tacón prisma, tacón de aguja, plataformas y cuñas..

Ni idea. 
Si son altos y estilizan, pues ya está. 
Y si son baratos mejor que mejor. Pero claro para eso están los outlet. Siempre fueron rebajas. En el peor de los casos saldos. 
¿Pero donde va a parar? Outlet suena mucho más fino, más pijo y más chic.

Y por una tarde Alma y yo nos hemos convertido en víctimas de la moda, por aquello de sentirnos mas cool. 
Y que bien sienta.
Así que después de literalmente empaquetar a los niños con sus padres, que son ceros a la izquierda pero para que los vigilen una tarde mientras juegan 7 horas a la Wii y se quedan bizcos, para eso sí valen, nos fuimos a arrasar las tiendas. 

No estábamos en la milla de oro así que tiendas tipo Gucci, Versace, Loewe, Hèrmes o Cartier sólo en sueños. A nosotras nos llega con Stradivarius,  Berska, Zara o el Corte Inglés. 

Y es que nuestro bolsillo está más apretadito y nuestro efectivo para moda tiene límite por no decir que es más bien escaso.
 Eso es lo que de verdad cansa. Ir viendo que la cartera adelgaza. Pero probar es gratis y pasárselo bien ni te cuento. 
Y ni somos maxiconsumistas ni tenemos tarjetas para fundir pero somos felices, lo fuimos aquel trozo de tiempo. Suficiente.

Pero resulta agotador. Vale que no estuvimos recogiendo fruta, ni colocando tornillos en una cadena de producción ni de peón de obra o lavandera...Pero agota.
Así que ahora a la París Hilton la miraremos de otro modo; sin criticar, difamar ni censurar a la ligera. 
Si aún va a darnos penita y todo. Y es que estar probando ropa todo el rato es extenuante. ( si la envidia fuera tiña, ¡cuántos tiñosos habrían!)
 Y eso que nosotras no contamos con personal shopper ( el asesor de toda la vida). 
Yo aconsejaba a Alma y Alma me sugería a mi. 

Y venga a probar y venga a sacar.
 Si no me he sacado mis botas (me las puse precisamente planas y cómodas para aguantar el tirón, que aunque no era la calle Serrano pateamos lo nuestro) veintisiete veces no me las he sacado ninguna. 

Y cuando creíamos que era la definitiva y salíamos del probador convencidas con un par hacia caja y el resto abandonadas a su suerte, veíamos las botas de nuestra vida.

-Joder, Sofía, mira estas botas. Son preciosas. ¿Pero donde estaban antes? Éstas las han colocado ahora..Venga,anda pruebatelas-

Y vuelta a probar. Y vuelta a sacar.

Así con los pantalones y mil camisetas ,abrigos y demás.

Lo mejor, dos vestidos de Tintoretto idénticos , estilo años cincuenta que nos probamos. En tallas diferentes, pero iguales. 
En la mano eran preciosos, así que derechitas al probador. 
Alma tiene un cuerpo muy diferente al mío. 
La cabrona tiene un tipazo. 
Yo soy algo mas rellenita pero tengo mi atractivo. Total que una vez más venga a sacarnos ropa. 
Risas y más risas, yo creo que ya eran histéricas de la fatiga de tanta compra. 
Y es que una no esta acostumbrada a renovar vestuario de golpe y porrazo.
La cosa es que fue probarlo y descojonarnos. 
No por lo mal que nos quedaba, que eso también. 
Parecíamos salidas de la peli Mujeres Perfectas, anticuadas y clásicas a más no poder. Dos mujeres de -No te levantes cielo, que ya te traigo yo el desayuno a la cama-.

De las que llevaban un desayuno de verdad, no de café recalentado y un bollo industrial de mantequilla. No. 
De las que en una bandeja con paño y todo disponían de café recién hecho, con su jarrita de leche por si le apetecía cortar el café, magdalenas de arándanos recién hechas y zumo de naranja, también recién exprimido desde luego, nada de sucedáneos. 
Lo que nos faltaba..No le llevo yo el desayuno a la cama a uno...Pero eso es otra historia..

La diversión estuvo asegurada, la gente nos miraba como a dos locas. Con estupor y fascinación a partes iguales. 
No era para menos. 
Parecíamos quinceañeras en actitud pero ya pasamos el ecuador de los treinta. Y nosotras tan felices, tan ajenas.

A media tarde y con la excusa de hacer recuento de bolsas nos fuimos a tomar unas cañas. 
Alma empeñada. Yo simplemente me dejaba llevar y descansar un rato me vendría de cine. 
-Pero solo una, Alma, que después compro sin ton ni son-

Ya casi habíamos terminado. Yo necesitaba algo de ropa interior..Así que cogimos un ascensor hasta la planta de lencería. Fui directa a una marca en concreto que publicitaba que a personas con pechos voluminosos ( no es propio de mi utilizar eufemismos. Así con todo y porque se trata de mis tetas lo haré) como el mío le sentaban de muerte. Y es que sentaban de muerte..
No es que tenga complejo, bueno un poco sí, está bien bastante si soy sincera,pero mi pecho dista de ser un pecho bonito, si hacemos caso de los cánones de belleza actual, claro.  Ya no tenemos los miedos y las vergüenzas estúpidos de los veinte, pero tenemos otros. Y mira que me han dicho que tengo un cuerpo de delito, que estoy de escándalo , buenísima y cosas así. ¡Qué te van a decir en determinadas situaciones, claro!..Todos llevaban lentillas y me da a mí que mal graduadas.

Y Alma lo sabe. Sabe lo de mi pánico escénico por culpa de las dichosas. 
Y ella tiene el mismo miedo pero a la inversa. 
Que mal repartieron. 
Y entró conmigo al verme azorada y encogida. 
Y se sacó ella también su sujetador, para que entendiera de primera mano lo de siempre, su mejor consejo y su mejor lección, que no seremos perfectas, que nuestro cuerpo no será el de una escultural modelo de veintipocos años, pero somos auténticas.

Era el sujetador.
Que escote, que tetas, que redondez, que maravilla. 

-Lo quierooooooooooooooooo!!!!!-

No me lleve uno, me lleve dos y porque el presupuesto no daba para más. 

Y felices a más no poder. 
Y cansadas a más no poder también, dimos por terminado el día.

Dando cuenta a otra caña hicimos re-recuento. 

Saldo definitivo Sofía: Un vaquero Denim, una cami oversize , unas botas camperas planas media caña y una capa-poncho mil usos.
Estilo trendy neo hippie
Vamos, muy cool a la par de casual.
En mi idioma, super cómodo, super ponible y super combinable.

Saldo definitivo Alma: un vestido naif,con puntillas y bordados, un vestido retro, un vestido casual, una cazadora de cuero, un gorro, cinturos, botas camperas y foulard. 

La muy zorra tenía mas pasta que yo..

Lo que si nos hemos llevado las dos: grandes dosis de felicidad y un buen recuerdo. Nos hemos ido con alguna ampolla en los pies ,  mucho relax y menos riqueza. 
Pero valió la pena. 
Vaya si la valió.



miércoles, 10 de octubre de 2012

ME GUSTAS : TE QUIERO. OK


Ayer Pablo volvió a llamar.

En realidad mandó así como 700 whatsapp. Como se nota que son gratis.

Yo ni caso. Fueron tiempos en los que le seguí el juego. Mea culpa también.

Fue cuando llamó. 
Siempre lo mismo, siempre la misma historia. 
Será duro de mollera, porque no las pilla.
 Me tiene pillada la aguja de marear y accedí. Bueno, le cogí. Otra vez. Craso error. 

Y es que  a Pablo le pongo mucho pero no me quiere nada. 

Que si venga, vamos a ser amigos, después de tanto tiempo, al menos podremos hablar digo yo, contarnos nuestras cosas...

Y más bobadas del estilo.

 Y es que esto no es un tratado sobre Pablo. Él ya sabe muy bien como es. Experto en tortillas y no es cocinero. Pero le da la vuelta muy bien a las cosas. Y con mucha imaginación. El peligro de los tontos. Ya tiene bastante el pobre.

Y yo tenía mi vida, muy liada por cierto y para pocas gilipolleces.
Él no debía tener la suya, pero sí mucho tiempo libre.

Y él hablaba y yo escuchaba. 
Con pocas ganas de su vida y aún menos de contar la mía. Y es que siempre había conseguido bloquearme. 

Y venga a mandar SMS y Whatsapp y como no le contestaras al momento, numerito montado.. Y de los gordos.

 Y entonces de amiga pasé a ser la mala, la peor, la peorcísima      ( correctamente léase pésima ) persona que conoció, que cuanto tiempo perdido, que si no merezco la pena, que no va a malgastar ni un minuto más en mi y que ahí me quedo yo con lo que me rodea (tono despectivo) etc...  y otra  retahíla de gilipolleces varias.
Colgué ipso facto.
Le permití durante mucho tiempo - demasiado - insultarme. Pero ni un minuto le doy insultando a los míos.

Y más mensajes. Chica, no se cansa. 

Pero sin cielos ni cariños, sin preciosas ni princesas.. 
Me pregunto yo a donde se habrán ido.
Y no es que los necesite, ya no. 

Nunca ha sido lo mío. Soy de hechos. Las palabras me gustan más bien poco. ( En este momento Rita debe estar descojonándose de risa pensando en que no me gusta hablar a mi ni nada. Que sí, mujer, que sí, pero en confianza ).
 Porque las palabras se las lleva el viento y los hechos perduran.Y porque es muy fácil decir palabras. Muy difícil demostrar.

Ahora ha pasado a la fase Bs ( traducido por besos) y a los OK.

Vale que con las nuevas tecnologías hemos abreviado en letras. Pero no era su caso. 
Pablo otra cosa no, pero tenía tiempo y paciencia. Que luego bien que gastaba 1400 caracteres en ataques.

Y yo tengo mi propia teoría para los OK. 

Son como los ME GUSTAS, un sucedáneo lamentable a los TE QUIERO.

Decir te quiero es peligroso. 

Depende claro de cada relación, no pretendo generalizar, pero normalmente suena agobiante. 
Parece que un te quiero cruza la invisible línea del compromiso.

 Yo no lo veo así pero me obligo a no decirlos.

Para mi  un te quiero no significa lo quiero todo contigo, ponme un piso y llévame al altar. 
Te quiero es te quiero aquí y ahora, de esta manera. Sin más.
 Igual que un para siempre no es para siempre. Es lo que dure. Pero eso es otra historia. 

Y como la comunicación es bidireccional y no sé cuanto puedo acojonar al receptor con un te quiero, directamente paso a un me gustas. 
Y ellos lo entienden como estoy cómoda a tu lado o en el mejor de los casos como un me pones. 
Y todos tan contentos. Así ten por seguro que vuelven. Con un te quiero huyen.

Prefiero no hacer la prueba aún cuando a veces a las caricias más apasionadas, a los más fogosos besos y al sexo más  ardiente solo le falte un te quiero para ser perfecto.

 Pero con Pablo mejor así. Sus OK no hacen daño. Verlo si. Porque nos perdemos. Porque hay química.. Y recuerdos. Y  no vale la pena. Ya no. Porque hoy aún duele. Mañana no lo sé. Y algún día sus OK serán nada. Cero. Vacío. 
Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo nuevo
sin los huecos del anterior,
no poder palpar una nuca excitada,
una espalda con escalofríos conocidos.
Qué pobre se queda el intento de amar igual a la primera vez.
Cómo pesa una boca tan sabida,
tan llena de humo compartido
ante la desconocida tan poco explorada, tan miedosa.
Cuánto cuesta abandonarte, lavarme de tu olor,
quitarme las huellas de tu peso,
desdoblarme en otra Almudena
y comenzar a hacer mía una figura
de la calle que me asusta y que ¿quiero?
poseer, pero... tú, ahí estás tú,
traspasando con tu desnudo mi sombra,
consolándome pesaroso de mi dolor al terminar,
tu sonrisa y tu cigarrillo,
ese brazo moreno rodeando mi cintura
y llevándome a un lecho desordenado...

y tus manos de violinista
volando y enredándose en mis senos.
( Almudena Guzmán- recomendación de mi buen amigo Quique )




martes, 9 de octubre de 2012

LAS SUPER

Sofía insiste otra vez. 
Y dale con lo mismo.
 Sé que no será la última. 
Que seguirá insistiendo hasta que lo haga. 

Hasta que escriba sobre el amor y el desamor, sobre sexo con amor y amor con sexo, pero sobre todo hasta que escriba sobre mujeres, mujeres que como ella o yo duplicamos las horas del día.

Quiere que hable sobre mi porque quiere que hable sobre ella. 
Y me hace pucheros. Gimotea para que me ablande. La muy cabrona me conoce demasiado bien.

Y juega con ventaja. Sabe que no me gusta hablar de política o religión así que no me queda otra que hacerle caso y hablar de amor y de relaciones.

 Apuesta sobre seguro. 

Somos super mujeres. Ella lo sabe. Pero le gusta verlo por escrito. Saberse leída. Es soberbia y vanidosa. Cree que así se sentirá mas importante.

Y deja escapar una sonrisa pícara. Sabe una vez más que lo ha conseguido.

Quiere dejar testimonio de lo extenuante que es cada día. Y lo feliz también. 

Sofía también es descarada e irreverente. Sólo quiere provocar envidias. Le encanta.

Yo protesto: - ¿ Tú crees que tanto ajetreo a todos los niveles provoca envidias?-.

Y ella responde taxativa, seria, precisa: - Puede que muchas no aguanten nuestro ritmo pero eso no significa que no quisieran llevarlo -.

Y se queda tan ancha. Sin posibilidad de réplica. Así es ella.

Así que escribiré solo para un grupo de mujeres: las super.

Yo ( y Sofía por supuesto) nos incluimos dentro de ese grupo de AUTÉNTICAS, a las que por mucho que intentemos alargar el día los minutos se les escurren entre los dedos.

Porque no nos gusta renunciar.

Y menos priorizar.

Pero pagamos peaje.

Dormir poco y mal. Comer rápido y peor.
Y no podemos permitirnos el lujo de llorar, de tener mala cara. 
Se nos ha etiquetado en categoría de fuertes. Lo demás no cabe. 

Sofía quiere que hable de mi, porque sería como hablar de ella. Pero yo aunque le hago caso en casi todo prefiero hablar directamente de ella. 

De su día.

Se levanta temprano. Muy temprano. Dice que cinco horas son suficientes para dormir. Y si no lo son, ella las hace suficientes. Como una autómata prepara la cafetera. Su primer café. Porque después de éste vendrán más. Y se lo toma de pie.
Prepara su ropa y la de sus enanos, porque de eso también hay. Prepara su agenda, su trabajo. Y desayunos. Y aún tiene tiempo para encender el ordenador, contestar a mails, comentar en facebook y hacer llamadas.. Tiene mucha vida social. Muchos amigos a los que le gusta cuidar bien y muchos compromisos.

Y corre. Porque no tiene alas, sino volaría. Y sale de casa con libreta en mano, portátil, maletín, bolso y dos peques llenos de besos. Porque también ha tenido tiempo para sonreírles, para hablar con ellos, para jugar mientras desayunan.
 Porque es una super mujer y puede gastar bromas a la vez que hace la colada. Y se acuerda de que se ha quedado sin detergente. Se pinta en la mano Super. 
Para no olvidarse de que es una super y de que tiene que ir al mercado.
Y con un sinfín de mimos deja a sus niños en la puerta del colegio. Y corre porque no puede volar a por su coche. Y se enciende un pitillo. El tercero. Y la primera bocanada la da relajada. Luego arranca. ¡Mierda! La Itv sin pasar. ¿Y qué coño es este piloto que se enciende? La revisión. Le tocaba el mes pasado. Sin falta esta semana hará hueco para el taller. Entre actividad extra escolar y actividad extra escolar.

Y llega a su trabajo.Y trabaja. Le gusta lo que hace. Tal vez no tanto pero le da opciones y sueños. Y vacaciones pagadas. Y es cómodo. Y fácil. 

Y sale y vuelve a por sus hijos. Y no preparó nada para comer. Y no ha ido al mercado. Pero su nevera siempre tiene pizzas para emergencias. Muchas emergencias.

Y  mientras mastica llama a su amiga Alma y le cuenta el día

Cada día diferente, único, apasionante. 
Porque Sofía siempre tiene una sonrisa. Para todos. Y recibe muchas. Y le pasan cosas. Aunque sea que ese día el panadero fue más amable con ella. 
Y se siente guapa. Por dentro y por fuera. También saca tiempo para eso. Es joven y guapa. Y se cuida. Sin ser frívola le gusta verse bien.

Y recoge la mesa. La cocina. Las camas. La colada. ¡Mierda! Otra vez el detergente. Y baja al mercado. La lluvia borró su mano. Y compra. Y vuelve. Y prepara mochilas. Y actividades extra escolares. Y aprovecha para llamar. Y para escribir, su mayor afición . 
Tiene un cuaderno en el que anota. Cuando se inspira. Da igual si es en medio de la calle o en la puerta del colegio. Abre el boli con la boca y anota. Ella es así. Auténtica. Sin trampa ni cartón. Lo que hay es lo que ves.

Y se acaba la tarde. Y venga deberes y duchas, y cenas y más mimos y cuentos. Y besos, muchos besos. De buenas noches. Y te quieros. Hasta el infinito y mas allá. Yo más. Yo hasta el infinito y vueltas, vueltas y más vueltas. La pelea más bonita del mundo.

 Y silencio. Hasta que enciende el aspirador. 
Y luego otra vez silencio. Y soledad. 
Y no es capaz de cenar aunque tiene hambre. No de sentarse a cenar. No así, sola. Así que coge un yogur y restos de la nevera. De pie. Rápido. 
Y luego transcribe las anotaciones de su libreta al portátil. Y se pone cómoda después de planchar. Y coge su libro. 
Y se duerme.
 Cinco horas. 
Se siente agotada. Pero feliz. 
Y no cambiaría ni un minuto de su día. Y cada día es diferente aunque parezca igual. Su rutina es no tener rutinas. Sólo las que obligan sus niños. Porque está sola. Sola con ellos. Y eso le hace más feliz aún.

Alma le insiste en que se tiene que buscar un rollo, una pareja, un hombre, una relación. Que le llame como quiera. 

- No tengo tiempo. No el que exige querer.-

Y sí, claro que tiene "amigos".De vez en cuando. La noche es larga aunque solo tenga cinco horas y hasta a ella, una super mujer, a veces también le gusta sentirse querida. 

*Para Sofía, que tampoco es Sofía pero también existe. Para ella y todas las mujeres que de alguna manera se hayan visto reflejadas en este post.