RETALES DE IDA Y VUELTA

RETALES DE IDA Y VUELTA

El contenido de este blog, pretende ser eso, retales de ida y vuelta, trozos de vida y sentimientos...
Dedicado a todos y para todos.. pero siempre especialmente a ti.

miércoles, 10 de octubre de 2012

ME GUSTAS : TE QUIERO. OK


Ayer Pablo volvió a llamar.

En realidad mandó así como 700 whatsapp. Como se nota que son gratis.

Yo ni caso. Fueron tiempos en los que le seguí el juego. Mea culpa también.

Fue cuando llamó. 
Siempre lo mismo, siempre la misma historia. 
Será duro de mollera, porque no las pilla.
 Me tiene pillada la aguja de marear y accedí. Bueno, le cogí. Otra vez. Craso error. 

Y es que  a Pablo le pongo mucho pero no me quiere nada. 

Que si venga, vamos a ser amigos, después de tanto tiempo, al menos podremos hablar digo yo, contarnos nuestras cosas...

Y más bobadas del estilo.

 Y es que esto no es un tratado sobre Pablo. Él ya sabe muy bien como es. Experto en tortillas y no es cocinero. Pero le da la vuelta muy bien a las cosas. Y con mucha imaginación. El peligro de los tontos. Ya tiene bastante el pobre.

Y yo tenía mi vida, muy liada por cierto y para pocas gilipolleces.
Él no debía tener la suya, pero sí mucho tiempo libre.

Y él hablaba y yo escuchaba. 
Con pocas ganas de su vida y aún menos de contar la mía. Y es que siempre había conseguido bloquearme. 

Y venga a mandar SMS y Whatsapp y como no le contestaras al momento, numerito montado.. Y de los gordos.

 Y entonces de amiga pasé a ser la mala, la peor, la peorcísima      ( correctamente léase pésima ) persona que conoció, que cuanto tiempo perdido, que si no merezco la pena, que no va a malgastar ni un minuto más en mi y que ahí me quedo yo con lo que me rodea (tono despectivo) etc...  y otra  retahíla de gilipolleces varias.
Colgué ipso facto.
Le permití durante mucho tiempo - demasiado - insultarme. Pero ni un minuto le doy insultando a los míos.

Y más mensajes. Chica, no se cansa. 

Pero sin cielos ni cariños, sin preciosas ni princesas.. 
Me pregunto yo a donde se habrán ido.
Y no es que los necesite, ya no. 

Nunca ha sido lo mío. Soy de hechos. Las palabras me gustan más bien poco. ( En este momento Rita debe estar descojonándose de risa pensando en que no me gusta hablar a mi ni nada. Que sí, mujer, que sí, pero en confianza ).
 Porque las palabras se las lleva el viento y los hechos perduran.Y porque es muy fácil decir palabras. Muy difícil demostrar.

Ahora ha pasado a la fase Bs ( traducido por besos) y a los OK.

Vale que con las nuevas tecnologías hemos abreviado en letras. Pero no era su caso. 
Pablo otra cosa no, pero tenía tiempo y paciencia. Que luego bien que gastaba 1400 caracteres en ataques.

Y yo tengo mi propia teoría para los OK. 

Son como los ME GUSTAS, un sucedáneo lamentable a los TE QUIERO.

Decir te quiero es peligroso. 

Depende claro de cada relación, no pretendo generalizar, pero normalmente suena agobiante. 
Parece que un te quiero cruza la invisible línea del compromiso.

 Yo no lo veo así pero me obligo a no decirlos.

Para mi  un te quiero no significa lo quiero todo contigo, ponme un piso y llévame al altar. 
Te quiero es te quiero aquí y ahora, de esta manera. Sin más.
 Igual que un para siempre no es para siempre. Es lo que dure. Pero eso es otra historia. 

Y como la comunicación es bidireccional y no sé cuanto puedo acojonar al receptor con un te quiero, directamente paso a un me gustas. 
Y ellos lo entienden como estoy cómoda a tu lado o en el mejor de los casos como un me pones. 
Y todos tan contentos. Así ten por seguro que vuelven. Con un te quiero huyen.

Prefiero no hacer la prueba aún cuando a veces a las caricias más apasionadas, a los más fogosos besos y al sexo más  ardiente solo le falte un te quiero para ser perfecto.

 Pero con Pablo mejor así. Sus OK no hacen daño. Verlo si. Porque nos perdemos. Porque hay química.. Y recuerdos. Y  no vale la pena. Ya no. Porque hoy aún duele. Mañana no lo sé. Y algún día sus OK serán nada. Cero. Vacío. 
Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo nuevo
sin los huecos del anterior,
no poder palpar una nuca excitada,
una espalda con escalofríos conocidos.
Qué pobre se queda el intento de amar igual a la primera vez.
Cómo pesa una boca tan sabida,
tan llena de humo compartido
ante la desconocida tan poco explorada, tan miedosa.
Cuánto cuesta abandonarte, lavarme de tu olor,
quitarme las huellas de tu peso,
desdoblarme en otra Almudena
y comenzar a hacer mía una figura
de la calle que me asusta y que ¿quiero?
poseer, pero... tú, ahí estás tú,
traspasando con tu desnudo mi sombra,
consolándome pesaroso de mi dolor al terminar,
tu sonrisa y tu cigarrillo,
ese brazo moreno rodeando mi cintura
y llevándome a un lecho desordenado...

y tus manos de violinista
volando y enredándose en mis senos.
( Almudena Guzmán- recomendación de mi buen amigo Quique )




1 comentario:

  1. Me encanta lo que escribes sobre el "te quiero"....yo te quiero y no por eso quiero que me lleves al altar (lo de que me pongas un piso ya me lo tendria que pensar, jeje).
    Muy bien mi niña, me encanta.
    Te quierooooooo ;D

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