RETALES DE IDA Y VUELTA

RETALES DE IDA Y VUELTA

El contenido de este blog, pretende ser eso, retales de ida y vuelta, trozos de vida y sentimientos...
Dedicado a todos y para todos.. pero siempre especialmente a ti.

jueves, 4 de octubre de 2012

EFECTO MARIPOSA

Martina siempre que salía de su casa torcía a la derecha. Manías. La calle era más bulliciosa, más cómoda.

Aquella mañana más fría de lo habitual para el mes de abril , con el cielo plomizo y mucha humedad después de semanas de lluvia sin tregua , sin pensarlo, sin ir a ninguna parte giró a la izquierda.

Iba distraída leyendo un papel de publicidad que minutos antes le habían metido en la mano. Aprenda ingles en siete días, decía. Y ella pensaba lo bien que le vendrían unas clases extras para sus viajes. Se estaba planteando seriamente dedicarle tiempo al idioma. 

Y no lo vió venir. 

Solo oyó un hola y levantó la cabeza.

Y ahí estaba él, como si el tiempo no hubiera pasado, como siempre. Arrogante, soberbio, petulante. Muy él.

Y ahí estaba ella. Atónita, estupefacta, asombrada... Muy ella.

Y de su boca salió un hola tímido. No sabía que decir. Le había perdido la pista hacia tiempo. No había vuelto a verlo. Estaba mas tranquila. Hasta que volvió a cruzarse en su vida.

Volvió a mirarla.

Y ella volvió a mirarlo. Era él. El de los gritos y silencios, el de las mentiras y medias verdades. El que había roto su corazón en tantos pedazos que aún hoy era imposible de reparar.

Y el hablaba. Pero ella no lo oía. Estaba a su lado pero se sentía lejos.

Le propuso tomar un café. Y ella, débil, no supo decir que no.

Cuando volvió a la realidad estaban con un café delante. Cortado, sin azúcar, como siempre.

Y él le contaba sus éxitos, las novedades de los últimos años, sus medallas. Era el mismo, de eso no había duda. Seguía tan engreído y altanero como antes. Nunca cambiaría
Y ella con el corazón en un puño y un nudo en el estómago absorbía toda la información. 

Ni una sola vez le preguntó que tal estaba ella, como le había ido. No tuvo oportunidad de decirle que todo era perfecto, que con sus sombras y luces era casi feliz. No pudo contarle que había otra persona que había vuelto a despertar sus ganas de amar. Que tenía un buen trabajo. Que tenía un hijo.

Una vez mas se sintió como se había sentido siempre a su lado: Idiota.
Se disculpo un momento con la excusa de ir al baño.
Necesitaba poner en orden su cabeza. Y su corazón. ¡ que tío! Sólo verlo y el mundo a sus pies. Sería un minuto. Nada más. Respirar hondo, pagar los cafés y marcharse. Como si nada hubiera pasado. Se echó agua por el cuello y las sienes con cuidado de no emborronarse el maquillaje. Y respiró. 
Y salió. Y ahí esta él.  Esperándola. Altivo.

Y se acercó a ella. Y Martina no fue capaz de ser  fuerte. Otra vez.
Y le besó. Y ella le besó. Y el tiempo se paró. Y todo su interior se revolucionó como antes, como si no hubieran pasado cinco años, tres meses y tres días.
Y ella quiso llorar pero solo fue capaz de seguir besándolo con esa furia y pasión de antaño. Con ese ímpetu y arrebato de siempre. 

Y luego él pagó la cuenta. No esperó por la vuelta. Y se marchó. Solo dijo, volveremos a vernos. Con seguridad, certeza, confianza. 
Era desquiciante. Acabaría por volverla loca. Más de lo que  estaba ya. 
Y ahí se quedo ella, humillada, avergonzada. Por no haber sido fuerte. Una vez más.

Y se fue.

Y volvió a casa. A su zona segura. Necesitaba oler su hogar. Se sentía vulnerable. Necesitaba sosegarse.
Y pensó en porqué narices no salió como siempre por la derecha. Y volvió a pensar en su teoría del destino. De como influye en la vida un solo minuto, un solo cambio. Y siguió pensando, en el significado del encuentro de esta mañana. Y aunque no le encontró más sentido que joderle la vida, creyó lo que cree siempre, que todas las cosas tienen un porqué, que suceden porque tienen que suceder.Y se consoló, como se consuela un pobre diablo, pensando que tal vez, este encuentro, esta parte de  su destino,  sucedería igualmente, en otra manera, de otra forma, en otra lugar o momento. 
Y lloró desconsolada, triste, angustiada. Por no haber sido capaz de decir que no, por no haber sido fuerte, pero sobre todo por haber vuelto a sentir. Por dejar que sus sentimientos otra vez afloraran. Y se sintió culpable y agotada. Y se secó las lagrimas. Y llamó a su Alma. Y volvió a llorar. Y volvió a secarse las lagrimas. Y se vistió su coraza de luces y colores. Y volvió a salir. Y giró a la derecha. Y siguió con su vida. Su vida sin él. Y tomó una decision. Y cerró una herida que todavía sangraba constantemente..sin darse cuenta. 
No volverían a verse.

Y que inoportuno encuentro se hubiera evitado de haber salido como todas las mañanas girando a la derecha.
 Porque ella así lo creía.
 Su efecto mariposa.
 Y es que cambias un solo minuto de una vida..y lo cambias todo.


"El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" (proverbio chino) 
 "El aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo" 
 "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo".






1 comentario:

  1. Vale, tengo que reconcerlo, sigues sorprendiendome...pero eso me gusta!!!
    Besiños guapa

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