RETALES DE IDA Y VUELTA

RETALES DE IDA Y VUELTA

El contenido de este blog, pretende ser eso, retales de ida y vuelta, trozos de vida y sentimientos...
Dedicado a todos y para todos.. pero siempre especialmente a ti.

martes, 2 de octubre de 2012

Y RYANAIR QUISO...


¡ Que coñazo los aeropuertos desde el 11-S !

Entiendo las medidas de seguridad y todo eso, pero vaya, que no por ello es menos coñazo. 

Yo con mis botas de agua nuevas y venga que hay que sacarlas.
Y ahí estaba yo con una cola del copón pasando el arco de seguridad.. descalza!.. Eso sí, después de mucho esfuerzo, de dejar el móvil, el tabaco, los mecheros, el libro y demás cosillas en la bandeja.

¡ Y con un tomate en mis medias! Y es que solo a mi se me ocurre..
A punto estuve de decirle al guardia civil de turno que me ayudara a quitármelas porque son nuevas y aún están ajustaditas, pero claro que con el rollo del tomate, me corté.

Así que yo, azorada y  roja como un tomate, esta vez de verdad, fui dando saltitos hasta el arco detector de metales con el pie izquierdo encima del dedo gordo del pie derecho, el del tomate..Por disimular.. ¡ Que bochorno!

Pero la pasé. Sin pitar ni una vez.

Claro que no iba a Madrid en plan terrorista. Las armas me las había dejado en casa.

Y después de otra cola interminable en la que discretamente espere al final, sin prisas, entré .

Subí al avión con un trancazo feroz, con las venas cargadas de ibuprofeno y muchas ganas de llegar.

Me senté donde pude, pero me tocó sola y en ventana. De lujo para ser un low cost.
Los azafatos, técnica y mas correctamente auxiliares de vuelo,  además de ayudarnos a los pasajeros a encontrar nuestros asientos y colocar nuestros equipajes de mano, repartir periódicos, a quien los compra, claro..que ahora gratis nada de nada, y darnos las pertinentes explicaciones y demostraciones de seguridad, iban explicando también  a cada pasajero como abrocharse los cinturones y donde podían encontrar las máscaras de oxígeno y los chalecos salvavidas en caso de aterrizajes de emergencia.

Y la verdad con toda la polémica acerca de la seguridad de esta compañía aérea en concreto pues que quieren que les diga, que acojona hasta a alguien envalentonada como yo.

Aunque claro, una vez que has decidido subirte al avión bien poco  se puede hacer en caso de tragedia, así que suelo aplicarme bien el refrán de al mal tiempo..Así que como hasta que no vuelva a poner un pie en tierra nada dependerá de mi, mejor poner buena cara. Entre sonrisa y cara de luto, siempre elijo sonrisa..Porque te las devuelven.

La parejita de mi lado se coge la mano y se besa tiernamente antes de despegar. Como si fuera su último beso. Como si morir juntos fuera su mayor deseo. Que chorrada. Yo quiero vivir. He dejado demasiado ahí abajo.

Y despegamos. El avión corre por la pista. Parece que no se va a acabar nunca. Y yo cierro mi boli y miro por la ventana y me concentro en el despegue y en como me siento: sosegada, paciente, flemática.
Y cuando me doy cuenta veo las casa pequeñas y los arboles más pequeños aún y pronto solo nubes. Y dejo de escribir y sigo pensando en como me siento. Ansiosa por llegar y volver a llegar. Y por seguir viviendo. Por respirar.

A mitad de vuelo la megafonía avisa de que atravesaremos un tramo de turbulencias. Habrán cambiado los aires, porque hasta hoy de las miles de veces que por miles de motivos he viajado a Madrid en ninguna de ellas hubo turbulencias.. Eso si es preparar al personal..

Venga a abrocharse el cinturón, venga a apagar los aparatos electrónicos. Cierro mi ipad. Dejo de escribir y vuelvo a pensar. En como me siento. Ansiosa. Por llegar. Por vivir. Por respirar. 
Y aterriza. Nada de aterrizajes forzosos de los que tanto se habla en las noticias estos días. No en el mío.  El comandante se portó, y aterrizó suave, casi sin darnos cuenta.

Y ahí estaba imponente Madrid, esperándome para vivirla , para respirarla.
Y desde que cogí mi maleta , bajé las escaleras y vi Barajas se me ha instalado una sonrisa en la cara que no soy capaz de borrar con nada. Tampoco lo intento. 

Y por fin aquí estoy. Dispuesta a vivir. A respirar. Feliz

Y Ryanair quiso.

Las dos veces. Ida y vuelta.

Y de nuevo aquí estoy dando guerra.

3 comentarios:

  1. Jajajajajaja muy bueno Raqueliña...tendremos que ir a comprar medias!!! Mira que ir con un tomate??
    Un besazo!!!
    P.D; Por fin ya me hice seguidora!!!! ;D

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja si es que a ti sólo a ti te pueden pasar estas cosa

    ResponderEliminar
  3. Gracias, gracias y más gracias...
    Pero...¿ que parte de todo parecido con la realidad es pura coincidencia, no habeis entendido?jajajjaja..
    Como dice mi admirada Paloma Bravo, esto es ficción..y por lo tanto, absolutamente real. Besos, besos y mas besos..

    ResponderEliminar